16.12.09

Esto...

Hola buenas, cuanto tiempo, que ya sé que no es de buena educación dejar los blogs abandonados así, sin despedirse, pero es que no era consciente de estarlo abandonando del todo, y no me atreví a despedirme porque me acordaba que cuando llevaba un par de añitos blogueando aquí ya me harté del blog y me despedí de los lectores y al cabo de un par de meses ya había vuelto y ya volvía a estar escribiendo paridas sobre películas. Dos años más tarde volví a hacer lo mismo. Yo qué sé, a veces te cansas de escribir sobre algo y luego las ganas vuelven y si has dicho que cerrabas el blog los que no vuelven son los lectores que te creyeron.
Por eso esta vez, cuando noté que se me pasaba el entusiasmo cinéfilo, pensé que ya volvería, que no iba a hacer el ridículo despidiéndome otra vez, pero ostras, las musas no vuelven, las muy putillas, no sé yo por dónde andarán. Quizá al haber hecho lo del libro ha crecido la sensación de estar cerrando una etapa. Quizá simplemente ha llegado el punto en que ya no tengo nada gracioso que decir sobre las películas que veo (que también es verdad que ya no veo tantas como antaño, pero alguna cae de vez en cuando).
Y bueno, despedirse de cosas es siempre un poco triste, pero si venía usted por aquí en busca de cachondeo ya debe saber que, aunque La cinefilia quede abandonada, sigo generando una cantidad considerable de chorradas online en otros sitios, sobretodo en Listocomics.com
Y, la verdad, yo ahora mismo diría que esto está muerto, pero tampoco me atrevo a descartar que resucite algún día. En ese caso, haré todo lo posible para que se enteren ustedes a través de la Lista del Listo, o de los RSS, o del twitter o del facebook.

Y bueno, sólo me queda daros las gracias a todos los que me estáis ayudando a promocionar El gran libro de la cinefilia hablando de él en vuestros blogs (que este viernes llega a las tiendas y ya sabéis que me haría mucha ilusión vender más de 250 para recuperar la pasta invertida). Vamos que os pongo pues el anuncio, a ver si lo clicáis y se os mete el libro en el subconsciente y os acordáis de él cuando estéis pensando qué regalar estas navidades (por probar que no quede):



Y creo que ya está, ¡un abrazo muy grande y disculpad la ausencia, y que tengan ustedes unas muy felices y peliculeras fiestas y prospero y peliculero 2010!

PD: Que por cierto, ojo que ya están a la venta los packs de 50 entradas de la filmo por 50 leros para el 2010, pero el 2009 está terminando por todo lo grande con un pedazo de ciclo de cine yanki de los años 70. La semana pasada vi El Padrino y el Padrino 2 (geniales, ya lo sabéis), anoche vi Lenny (también excelente). Mañana dan Escalofrío en la noche y el domingo A woman under the influence. Y a partir del lunes Eraserhead, El paciente inglés, La huída, El exorcista, MASH, Asalto a la comisaría del distrito 13, Fat City, Apocalypse Now Redux, Resacón en Las Vegas y Chinatown e intentaré ver unas cuantas de ellas. A ver si os animáis a venir conmigo y nos pegamos un cineforum con unas cervezas sin necesidad de teclear.

PPD: ¿Y quizá podríamos aprovechar los comentarios de este post para recomendar blogs de cine divertidos que puedan ayudarnos a suplir éste?

10.8.09

Tiempos modernos

Anoche estuve en un chiringuito de la Barceloneta lleno de guiris.
Ponían música de Moby a todo trapo y tenían una pantalla en la que proyectaban películas sin voz.
Al principio de la noche estaban pasando Tiempos Modernos, de Charlie Chaplin.
Un chavalín rubio que estaba a mi lado y que en una conversación posterior afirmó ser productor de cine norteamericano se quedó mirando la pantalla y preguntó:
¿Is this a Spanish movie?

8.8.09

La loca historia de las galaxias

Ayer vi Spaceballs de Mel Brooks y no me pareció ni la mitad de graciosa que cuando tenía 10 años.

2.5.09

Racionalización y agradecimientos

Los mecanismos de la risa son complicados. ¿Por qué nos reimos de cosas? ¿Qué ventajas evolutivas puede tener la carcajada? ¿Por qué algunas cosas dan risa y otras no? Algunos expertos han encontrado paralelismos entre la risa y el miedo, pero a mi me suena raro.
Es más, después de fijarme atentamente durante años y años, he recopilado una pequeña lista de cosas que dan risa: a) los pedos, b) las partes del cuerpo que se quedan blancas en verano, c) la comida, d) las comparaciones absurdas, e) las sorpresas, y f) las burlas.
Los cinco primeros elementos de este cóctel humorístico son moralmente neutros, pero el último tiene algunas connotaciones bastante chungas, porque reirse de las burlas es disfrutar de la crueldad e implica una pizca de sadismo... pero es que las burlas son divertidas. Es horrible, pero negarlo sería negar la realidad. La mente humana funciona así, y si te paras a pensar en ello da un mal rollo considerable.

Por ejemplo, imagínese usted que Carla Bruni le está comiendo las partes del cuerpo que se quedan blancas en verano a su marido y que de repente a Nicolás Sarkozy se le escapa un pedo silbador con una melodía bastante más elaborada que la del Quelqu'un ma dit.
No puedo garantizar nada, pero es probable que a mucha gente esta imagen le parezca graciosa.
Ahora imagínese esta misma situación protagonizada por dos individuos anónimos que no salgan por la tele. No hace ni la mitad de gracia porque se pierde el elemento de burla.

Una de las primeras cosas que aprenden los niños en los colegios es a reirse de sus compañeros de clase: de los gafotas, de los gorditos, de los huérfanos, de los tontos, los patosos, los enfermos. Los pequeñajos disfrutan de la crueldad sin escrúpulos porque todavía no tienen la brújula moral muy calibrada; pero luego estos chavales maduran un poquillo, aprenden algunos truquillos del contrato social y moderan su comportamiento... exceptuando todos aquellos que no, que siguen siendo igual de capullos durante la edad adulta, y que no son pocos, a juzgar por los niveles de audiencia de los programas de televisión que se lucran con el hilarante recurso de buscar víctimas fáciles e invitar al espectador a carcajearse de sus defectos. Uno de los peores era el cabrón del Cárdenas y su colección de freaks, pero hoy en día se hace de forma un poco más sutil pero igual de cruel en programas como Callejeros o en los castings de OT.

Es escalofriante el hecho de que la burla y la crueldad sean mecanismos del humor, pero el humor es así, surge directamente de nuestras negras almas y es difícil de controlar.

Sin embargo, las personas escrupulosas también pueden usar algunos trucos para practicar el divertido juego de la burla sin pasarse la noche en vela carcomidos por los remordimientos...
Mi truco favorito consiste en evitar burlarse de los perdedores y de gente que da pena, y apuntar los dardos hacia uno mismo (lo que los ingleses llaman selfdeprecating humor) y hacia la gente que es más poderosa que tú. Oh sí. Si te burlas de alguien que es más poderoso que tú ya no tienes que sentirte cómo un abusón, e incluso puedes saborear una risa con sabor a nobleza, valentía y rebeldía. Menudo lujo.

Por supuesto, todo este rollo es una racionalización que intenta justificar a posteriori el hecho de que durante años hayamos estado cachondeándonos de las películas, los cineastas y de las estrellas de cine.
No somos idiotas del todo: sabemos que tras cualquier película criticada en este blog se esconde más trabajo y más talento del que pueda llegar a desplegar en toda su vida un bloguero amateur, y sabemos que los cineastas y las estrellas de cine suelen ser gente más rica, más guapa y más inteligente que la mayoría de internautas. Al menos, salta a la vista que tienen mejores empleos, mejores coches, mejores churris, mejores dentaduras. Y también tienen ejércitos de fans dispuestos a donarles un órgano interno en caso de que fuese necesario. Reirse un poco de ellos no parece cruel...

Y luego está también el hecho de que imaginamos poco probable que Julia Roberts, Steven Spielberg o Jean-Luc Godard lean las paridas que escribimos sobre ellos...

Sin embargo, entre los creadores de productos de entretenimiento audiovisual también hay gente de todo, e incluso hay algunos que sí que se mezclan con la plebe e incluso se paran a leer las barbaridades que los internautas vomitan en sus blogs.

Joder, qué vergüenza. Desconozco el tamaño de los huevos de otros bloggeros, pero confieso que aquí, si nos hubiésemos parado a pensar que los responsables de las pelis que ponemos a parir nos pudiesen llegar a leer, poca cosa hubiésemos escrito.

Hete aquí dos ejemplos concretos de gente cuyas obras reseñamos de forma poco halagueña en este blog y parece ser que lo leyeron:

a) un anónimo punki de Conflictivos Productions, que se enfadó por la desafortunada reseña de la desafortunada serie de anuncios Filmets y nos dijo que:
"ke atrevida es la ignorancia y cuanto mas el desconocimiento.conflictivos no dirigio esa campaña, no estaria de mas ke antes de rajar y proponer cosas con calcetines te informaras un pokito de lo ke hablas. por cierto aardman tuvo "algo" ke ver. ah y no hace falta ke os paseis por badalona estamos en valencia por si alguien tiene cojones a venir con un calcetin lleno de estupideces. ahora entiendes porke nos llaman conflictivos?"


y b) Guillermo Zapata, guionista de Hospital Central, que se tomó nuestra cutre reseña a cachondeo, se aficionó a leer el blog, incluso colaboró con nosotros dejándonos publicar algunas reseñas suyas de otras películas. Incluso se dejó convencer para hacernos el prólogo de El gran libro de la cinefilia.
En un ejercicio de arbitrariedad y falta de rigor, hemos subido la nota que le pusimos a Hospital Central, de cate a notable. Al fin y al cabo, todavía no la hemos visto, pero si en ella trabaja gente tan cojonuda, no puede ser una serie mala del todo.
Un abrazaco muy grande y muchas gracias por todo. Si en el mundo hubiese más gente así, sería la rehostia.

7.4.09

Todos dicen I love you

A diferencia de otros cineastas que tratan a los actores como ganado, Woody Allen tiene fama de tratarlos muy bien y dejarlos hacer lo que les de la gana. No les hace ensayar, no les exige que se aprendan el texto palabra por palabra, no les hace repetir las tomas, prefieres rodar un par de planos largos que tediosas series de plano-contraplano. Paga poco, eso sí, pero sus películas son muy bonitas, sobretodo esta, que es una alegría de principio a fin, y en la que todas las escenas transmiten buen rollo y felicidad. Los humanos se aparean y luego a veces se desaparean pero qué más da. El mundo es tan bonito que no vale la pena preocuparse, mejor cantar y bailar, sobretodo en Nueva York, París y Venecia, y sobretodo en otoño, en invierno, en primavera y en verano.

Sin embargo, entre tantas buenas vibraciones algo chungo pasó con el traductor de títulos, quizá trabajaba bajo demasiada presión o quizá nadie se tomaba en serio sus esfuerzos. El caso es que algo se le atragantó y abandonó el proyecto dejando su trabajo inconcluso. Se intentó buscarle un substituto, pero está el tema muy difícil, ya no queda casi nadie que pueda encargarse de un proyecto de tanta envergadura. Se rumorea que incluso Drew Barrymore intentó convencerle para que volviese a retomar la traducción que había dejado a medias pero todo intento de negociación fue vano. Así se quedó. Todos dicen... I love you.

Nota: excelente.

23.3.09

American Gangster

Cuando yo mande, legalizaré las drogas. No es que me gusten, y he visto todas las cosas malas que les hacen las drogas a la gente que las toma, desde los fétidos alientos de las fumadoras de cigarrillos mentolados a las caras de los desdentados zombies en chandal que pasean sus monos por los callejones, pero es que ahora que son ilegales se venden igualmente y me da rabia que los narcotraficantes se estén forrando a costa de la salud de un montón de gente.
Si no podemos impedir que se comercie con droga, al menos que los beneficios sean para todos. Me refiero a que unas drogas legales igual de caras podrían estar cargaditas de impuestos y por el mismo precio los drogatas en lugar de estar finanzando criminales estarían arreglando la educación pública, la sanidad o los programas de TVE, y todavía sobraría dinero para hacer campañas contra la drogadicción. Quizá incluso habría menos drogadictos, quién sabe, lo que sí que es seguro es que podríamos sentirnos orgullosos de dejar que cada cual se mate a su manera.
Pero hoy en día, tal y como está montado el sistema, los valientes representantes de las fuerzas del orden se pueden sacar más pasta aceptando sobornos de narcotraficantes que encarcelándolos, y es una pena.

En esta peli sale el Russell Crowe interpretando el papel de un poli que no, que ante un dilema así prefiere ser pobre pero honrado. Ya ves tú. Supongo que la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra deben ser todos como él, pero en la peli se hace raro.

Por otro lado, el jefe de los narcotraficantes es el Denzel Washington, pero desprende tanto carisma que parece Barack Obama. Habla tan bien y viste tan elegante y es tan joven y tan guapo y tan negro que casi dan ganas de inyectarse heroína en todas las venas de los brazos y los pies para que le vaya bien el negocio.

Así en confianza, aunque sea de Ridley Scott a esta peli parece que le cuesta un poco arrancar, y dura dos horas y media, y a ratos decae el ritmo, pero igualmente mola porque es de mafiosos.

Nota: notable.

20.3.09

The Darjeeling Limited

Yo es que soy una persona muy superficial y me pensaba que la gracia de viajar era ver cosas bonitas que estaban lejos de casa, pero poco a poco, a lo largo de profundas conversaciones en los andenes más lugubres de los cinco continentes, me di cuenta de que quién más quién menos viaja para encontrarse a sí mismo.
Si eres superficial como yo, igual al hablar con la gente que viaja para encontrarse a sí misma te parece que están un poco locos, pero si te fijas a menudo esta locura es más común que la tuya, con lo que democráticamente ellos son los cuerdos. En serio, parece mentira la cantidad de gente profunda que hay por el mundo. Hablan todos como si fuesen únicos, pero son legión. Los raros somos los que tenemos problemas para apreciar su fascinante cosmogonía interna.
Pero bueno, quizá los que somos superficiales nos estamos perdiendo un montón de fascinantes singularidades que restan escondidas en los abismos mentales de la gente normal profunda, pero tenemos la ventaja de que nos encontrarnos a nosotros mismos en un plis. Yo normalmente me encuentro en el curro, o en casa, o a veces me encuentro en el cine o a veces en primavera me encuentro en un parque leyendo novelitas a la sombra de un alcornoque. Pero creo que no valoro los encuentros conmigo mismo en toda su grandeza porque a penas me saludo ni nada. A veces me acaricio y me toco, pero eso es otro tema que no viene a cuento.
En un albergue del barrio judío de Krakovia estuve hablando con una chica vegetariana que se comía las colillas de los porros y me dijo que no era posible encontrarse a uno mismo esperando el autobús, que para encontrarse a uno mismo era importante sufrir incomodidades y llevar todas tus pertenencias en una mochila. Le dije que la parada de bus en la que yo me sentaba cada mañana era muy incómoda porque el asiento estaba inclinado y en invierno hacía frío y que a veces iba a trabajar llevando mis cosas (carpeta, libros, bocadillo) en una mochila. Me dijo que yo no entendía nada porque no había estado en la Índia. Que se ve que si vas a la Índia no sólo llegas a un estado superior de conciencia que te permite entender las conversaciones con los rastafarians borrachos sino que incluso te comprendes a ti mismo en un plano astral totalmente desconocido para los que no se han limpiado los bajos en las turbulentas aguas del Ganges.
A mi ir a la Índia me dio un poco de pereza. Me sentí como cuando a te recomiendan algún libro que es muy gordo y que tiene muy mala pinta y la curiosidad habita dentro de tu cabeza pero prefieres esperarte a que hagan la película y así te enteras de qué va sin perder tanto tiempo ni sufrir penalidades. (Además, dicen que si vas a la Índia y adoptas un perrito, cuando lo llevas a España es probable que se coma a tu gato y lo lleves al veterinario y te digan que en realidad lo que has traído es una rata devoradora de mascotas.)

Pero ya está: Wes Anderson, el del Life Aquatic, tuvo el detalle de rodar una peli sobre gente profunda que viaja a la Índia a encontrarse a sí misma y mola un montón. Muchos me han dicho que esta peli es un coñazo y en la sala del cine me quedé riendo solo en más de una ocasión, pero supongo que los otros estaban ocupados encontrándose y saludándose a ellos mismos. "Hola qué tal?", "Pues nada, aquí estamos, viendo una peli", "Qué guapo es el Adrien Brody", "Uy sí", "A su manera", "Claaaro".

Nota: excelente.

17.3.09

El banner de la mirada cinéfila

Ladies and gentlemen,
este simpático blog de parodia de crítica cinematográfica que se actualiza muy de vez en cuando ya dispone de un bonito banner de 468 x 60 píxeles así de bonito:

Lo digo por si alguien quiere ponérselo en su página web o imprimirlo y llevarlo para ojearlo en los momentos solitarios en alta mar o dónde haga falta.

15.3.09

Con la muerte en los talones

Cuando Hitchcock rodaba sus películas, las teorías de Sigmund Freud debían estar muy de moda, porque de vez en cuando ponía flashbacks raros en los que los personajes revivían traumas olvidados en el subconsciente o cosas así.
Sin embargo, hoy en día las teorías de Freud están más obsoletas que una colección de pornografía softcore en cintas de video Beta. Por supuesto que el tío permanecereá en la historia de la humanidad como un gran tipo, un cachondo y una de las figuras más influyentes del siglo XX, y lo de popularizar la ides del subconsciente fue un puntazo y lo de ver símbolos de penes en cualquier objeto alargado que se le pusiese por delante seguro que le ayudaba a no perder la sonrisa en las labores rutinarias del día a día; pero lo de la interpretación de los sueños y lo del complejo de Edipo y lo de justificar cualquier trastorno con algún trauma infantil enterrado, eso ya no cuela. Al menos ya no cuela entre los psicólogos serios y las personas instruidas, aunque siga siendo material de primera para estafadores psicoanalistas, opinadores de suplemento dominical y guionistas de telefilmes.
Pero hubo un tiempo en que Freud era la repolla, y el Maestro del Suspense se dejó seducir por su carisma, y si sus pelis no quedan ridículas del todo es sólo porque era un crack y, filmase lo que filmase, lo hacía con maestría. Precisamente por eso le llamaban Maestro del Suspense... bueno, por eso y supongo que también porque tenía un apellido difícil de deletrear.

Quizá si una de sus pelis que mejor aguantan el paso de los años es North by Northwest (también conocida como Intriga internacional o Con la muerte en los talones) es porque en ella los personajes son agradablemente planos y sus neuras son bastante terrenales y el argumento no se contamina con delirios oníricos. Por supuesto que los efectos especiales siguen notandose un poco viejunos y por supuesto que también hay muchas cosas obsoletas, empezando por esas interpretaciones tan acartronadas y terminando por la suprema idiotez de los malos de la película, que cuando quieren matar a Cary Grant, en lugar de pegarle un tiro lo ponen a conducir por acantilados o lo fumigan con una avioneta, pero algunas de las escenas siguen teniendo mucha mucha fuerza (la de la avioneta, aunque no tenga ni pies ni cabeza; o la de los cabezones del Monte Rushmore; o la coña de la subasta...).
En cierto modo, el suspense del Maestro del Suspense también ha quedado un poco obsoleto y ya no asusta como supongo que asustaba en su día, pero tiene un nosequé que sigue molando y sus chistes siguen estando ahí, y pillar un chiste obsoleto resulta más divertido que pillar un chiste fácil. Si en lugar de reirse toda la sala, os reís sólo dos o tres, se establece una complicidad y un sentimiento de pertenecer a una élite cultivada que resulta muy gratificante.
Lo digo porque si está usted viendo esta peli en público y se fija en que, cuando los protas flirtean y empiezan a besarse en la litera de un tren, enseguida se ve la escena desde el exterior y se ve que el tren está entrando en un túnel, acuérdese usted de reirse, porque el tren representa que es un pene y el túnel representa que es una vagina, y el simbolismo de la escena viene a decirnos que Cary Grant y Eva Marie Saint están haciendo el ñogo-ñogo.

Nota: notable.

6.3.09

El truco del infundibulum cronosinclástico

Amigo cineasta, se habrá fijado usted en que en la pelis de antaño, así como en las novelas clásicas, el teatro de toda la vida y en general cualquier forma de narración de carácter viejuno, las escenas se ordenan siguiendo parámetro cronológicos, es decir, que primero va lo del principio, luego lo de después y al final se pone lo último.
Esta forma de narrar favorece la inteligibilidad, es decir que era muy fácil enterarse de lo que pasaba, pero ya quedó un poco obsoleta.

Los flashbacks de toda la vida, lo de poner un personaje diciendo "y me acuerdo que..." y que se nuble la escena y que de repente salga lo que sucedió en el pasado ya está también muy visto. ¡Si hasta salía en Ciudadano Kane que era en blanco y negro! ¡Como las vacas!

Algunas películas como Memento e Irreversible lo que hacen es ordenar las escenas por orden estratigráfico, es decir al revés, primero lo último, luego lo de antes y al final lo del principio, y queda muy moderno y muy fardón, pero el truco que queremos recomendarte en la entrga de hoy de nuestro irregular curso de Trucos para Cineastas consiste en ir a lo fácil y poner todas las escenas desordenadas.

Desde luego que se pierde en inteligibilidad, pero esto no tiene por qué ser un inconveniente.
Piensa que si tienes un guión sencillico, con una historia que en apariencia no de mucho de si, puedes rodarla de forma desordenada, alternando escenas del presente con escenas del pasado y del futuro y del antes y del después, y dejarás a los espectadores con la boca abierta, alucinando, intentando recomponer el argumento pieza a pieza. Con un poco de suerte quedarán tan desconcertados que no sabrán si lo que están viendo es a) una chufa o b) una obra maestra, pero queda muy fardón decir que nos gustan las películas que nos hacen pensar, de manera que seguramente apostarán por lo segundo.

Al fin y al cabo a todos nos gustaban los puzzles cuando éramos chiquillos.

1.3.09

Emotiva despedida

(ya no tengo tanto tiempo para comentar pelis como antaño, pegaré aquí un comentario muy emotivo que puso un lector anónimo pero enternecedor en la reseña de Push)

Este comentario no tiene nada que ver con PUSH, que ni he visto ni creo que lo haga, al menos hasta que la emitan en la primera dentro de unos cuantos años. Este comentario es a modo de despedida después de nuestra breve pero intensa relación.

Resulta que descubrí este blog hará unas escasas 48 horas, e inmediatamente pasó a formar parte de mis marcadores, con la esperanza de que aquí encontraría otra ración (si no diaria, al menos constante) de información, de opinión y de ese simple sentimiento de comunidad que se obtiene cuano lees las palabras de otro que te dicen aquello que piensas, que pensarás, o que podrías pensar si no fuera porque ya tienes forjada tu propia opinión. Así que, con la intención de pasar a formar parte de este blog, decidí familiarizarme con su pasado, leyendo post antiguos a fin de no ser ese advenedizo que aparece de repente y que no es bien recibido. En mala hora.

Descubrí con malestar lo desagradable que resulta su blog, con sus enormes defectos que nublan cualquier discreta virtud que pudiera encerrar. Su actitud pedante en extremo, su poco respeto por la opinión ajena, su anticlericarismo de cara a la galería, su orgullo al declararse proscrito por sus refinados y cultos gustos cinematográficos, esa actitud de "pobrecito imcomprendido" que probablemente necesita para al menos sentirse alguien, esa necesidad de ofrecer la opinión contraria a la general por el simple afán de ser el "especial" o el intelectual...jamás he usado ese termino, que no me hacia ni puta gracia, pero si algún día la RAE incluye "gafapasta" en su diccionario, le aseguro que la acepción llevará un enlace a su blog.

Le suplico que no pierda el tiempo contestando, o incluso leyendo esto, pues sólo se trata de un descargo de conciencia después de los preciados momentos de mi vida que he perdido leyendo por aquí.

Hasta nunca, pero con cariño.

21.2.09

Push

Se acaba de estrenar Push y es un poco birriosa pero en los carteles que han puesto en el metro pone que es La mejor película de acción del 2009.
Si esto lo lees rápido impresiona durante un instante, porque te quedas con la idea de que la mejor película de acción del 2009 no puede ser mala, pero enseguida caes en dos detalles que deslucen un poco este logro: a) que el género de acción es género bastante desgraciado en general, y b) que, joder, estamos a febrero.

18.2.09

M*A*S*H

Aunque todavía no habíamos enunciado nuestro Teorema de los Callos, parece que Robert Altman ya lo intuía y quería que todos los actores de M*A*S*H fuesen feotes y a los peces gordos les costó un huevo convencerle de que el papel de Enfermera Jefe fuese para Sally Kellerman. Era demasiado guapa para estar en el frente, estropearía la atmósfera.

Al final, tal y como suele pasar con las guapas, Altman cedió y Kellerman se quedó, y, ya que tenían una sexy bomb, rodaron una memorable escena en la que, tras apostar si su rubio es natural o teñido, los cirujanos le tienden una emboscada que consiste en sentar a todo el personal del campamento frente a las duchas de las chicas como si estuviesen al cine y de repente levantar la lona que las cubre para que no quedase ninguna duda sobre cual es el color natural del felpudo de la Enfermera Jefe y poder cobrar las apuestas.
Cuando la lona se levantaba, ella tenía que sorpenderse, constatar la imposibilidad de cubrirse con nada y lanzarse de barriga al suelo para dificultar la exploración ocular de su voluptuosa anatomía.
El problema es que Kellerman se ponía nerviosa y se tiraba al suelo antes de hora, cuando la lona todavía estaba en su sitio.
Pero Altman era joven y era un crack, todavía no había hecho películas tan aburridas como algunas de las que haría luego, y supuraba recursos creativos por todos los poros. Lo que hizo fue entrar por sorpresa en las duchas con Gary Burhoff mientras se rodaba la escena y bajarse los pantalones, de manera que cuando se levantó la lona Kellerman estaba distraída por la inesperada visión de los pitos del director y de uno de los actores, y tardó unos instantes a lanzarse al suelo y la escena quedó realista.
Según quién cuenta la anécdota, se rumorea que había todavía más señores con la polla al aire, pero seguramente esos ya lo hacían por vicio y no en busca del virtuosismo interpretativo de tan bella dama.

Y bueno, toda la peli es un cúmulo de trastadas así, desde luego que los cirujanos del Mobile Army Surgical Hospital no son el modelo de conducta que yo quiero para mis hijos, pero tras ver la peli me quedó muy claro que yo de mayor quería ser como ellos.
Porque quizá son feos, pero son muy simpáticos. Y sobreviven en el frente americano de la Guerra de Korea (Altman intentó evitar referencias geográficas explícitas para que pareciese que estaban en el Vietnam, pero también en esto le cortaron las alas) y hacen lo posible para disfrutar de la vida en tan desafortunado contexto, beben más, ríen más y mojan más el churro que la mayoría de civiles en tiempos de paz. Son unos frívolos y unos gamberros y, sin embargo son también unos buenos profesionales que saben hacer su trabajo. Poca gente así me he encontrado yo en a lo largo de mi carrera profesional.

Y dicen que retrata la locura de la guerra, pero es una locura alegre que nada tiene que ver con la del zumbado Marlon Brando en Apocalipse Now.

Quizá es la primera película antibelicista que no te pega el rollo antibelicista porque ya lo da por supuesto, y encima se gana dos puntazos extra porque: a) representa que están en primera línea de frente pero el único disparo que se oye en toda la película es el que marca el inicio de un partido de futbol americano, y b) también se trata de la primera peli de un "major studio" en la que se oye la palabra "fuck!"

Anda que no molaría un crossover entre MASH y House M.D. Imagino la patada en el culo que le darían a ese mimado cojo y gruñón y se me llena la cara de sonrisas.

Nota: excelente.

5.2.09

Teorema de la Propuesta

Creíamos que nuestro Cursillo de Cinefilia estaba completo, que ya habíamos compartido con ustedes todas las perlas de conocimiento necesarias para dárselas de enterado en los cineclubes, pero el amigo George va y se saca otra de la manga. No sé si la entendí bien porque había mucho follón en el restaurante, pero parece ser que decía más o menos así:

Teorema #14:
"Toda reseña cinematográfica que diga que una película 'propone una reflexión sobre tal tema' y luego no diga cuales son las conclusiones de esa reflexión, no merece ser tomada en serio"

Ejemplos:
Así, a bote pronto, unos 200.000.

Justificaciones:
a) porque es un cliché pedantorro,
y b) porque la idea de reflexionar en general, porque sí, parece divertida, algunos enteraos incluso consideran un cumplido decir que algo "plantea más preguntas que respuestas", pero seamos honestos: si no es usted capaz de plasmar un poco el resultado de sus reflexiones en palabras tras pasarse unos minutos con la mirada perdida, es muy probable que, más que reflexionar, haya estado usted mirando las musarañas. Y para mirar las musarañas no hace falta ir al cine, puede hacerse en la parada del bus o en el sofá de casa o en la sala de espera del dentista, hojeando revistas con fotos de los trajes de Letizia Ortiz.

3.2.09

Gomorra

Más o menos, la evolución de la imagen de los mafiosos en el cine es tal que así:
1. Primero fueron muy malos y muy planos.
2. Luego fueron pillando matices y glamour. Seguían siendo malos si te parabas a pensar en ello, pero tenían tanto carisma que daban ganas de irse de turismo a Sicilia y jurarle vasallaje al primer cacique que se pusiese por delante.
3. Luego pillaron todavía más matices y más personalidad pero su glamour se fue relativizando. El Scarface de De Palma parecía una caricatura al lado del Padrino de Coppola, pero eso era sólo el principio de un descenso hacia unos abismos de cutrerío que parecían inimaginables en la época de Once upon a time in America... Cuando vimos por la tele a Toni Soprano con su camiseta de tirantes bebiendo zumo de naraja directamente del tetrabrick nos pensamos que ya tócabamos fondo y que eso ya era el no va más. ¡El capo parecía un ser humano! ¡Podía ser nuestro vecino! La serie molaba tanto que nuestro paradigma de mafioso se convirtió en algo mucho más terrenal de lo que había sido antaño...

Pero ahora va Roberto Saviano y se pone a cavar todavía más hondo en las miserias del crimen organizado. Sus mafiosos no sólo son todavía más cutres que los de cualquier peli o teleserie sino que encima intentan darse humos imitando a los personajes más horteras de Hollywood.

Citando a la policía científica de Nápoles: "¡Hoy, después de Tarantino, ya no saben disparar como Dios manda! Ya no disparan con el cañón recto. Lo tienen siempre inclinado, hacia abajo, con la pistola torcida, como en las películas, y esta costumbre provoca desastres. Hieren gravemente sin llegar a matar. Así, siempre se ven obligados a rematar a la víctima disparando en la nuca. Una barbarie del todo superflua a efectos de ejecución."

Y también dice que los peces gordos que antes se hacían llamar capofamiglia o compare, ahora se hacen llamar padrino, a ver si alguien les confunde con el Marlon Brando. Y los matones van por el mundo disfrazados como el tío ese de El cuervo, y las matonas van por los sitios disfrazadas de Uma Thurman en Kill Bill. Y quizá los pistoleros nunca se aprendieron los pasajes de la Bíblia que les recomendó el profesor de catequesis, pero se han aprendido lo del Ezequiel, 25, 17 porque sale en Pulp Fiction. Y hubo un tipo que se forró traficando con droga y contrató un arquitecto para hacerse una mansión y las únicas indicaciones que le dio fueron que mirase Scarface y le construyese el chalet exactamente igual que el del Al Pacino, con sus escaleras, su jacuzzi, sus columnas...

Los mafiosos de Saviano son unos horteras de cuidado, y además son unos pringados. Víctimas del sistema. Incluso los peces gordos. Su novela da a entender que cada vez que un gran jefe mafioso muere o es encarcelado, su puesto es ocupado enseguida por otro (ya sea del mismo clan o del clan rival), que su esperanza de vida en el cargo es breve pero que la maquinaria sigue porque no son pocas las empresas nacionales y multinacionales que se benefician de ello sin tener que emprender acciones ilegales, ya que la camorra les permite abaratar costes y tratar con ella sin ensuciarse las manos es relativamente fácil si sabes girar la vista hacia otro lado.
Por ejemplo, eliminar residuos que contengan materiales cancerígenos es muy caro si se hace bien, pero puedes subcontratar a otra empresa que a su vez subcontratará a otra empresa que a su vez subcontratará a cuatro immigrantes para que tiren tu mierda en cualquier cantera.
Los accionistas te darían una patada en el culo si dejases pasar una oportunidad así.
Y ahí debe estar la magia del neoliberalismo. Luego ya vendrá una mano invisible a limpiarlo.

Y ahora parece que la camorra quiere matar a Roberto Saviano. Yo he leído su libro y tampoco me parece que esté tan mal escrito como para matarlo, pero sí que es verdad que podría ser un poco más generoso con los puntos y aparte.

Y la peli, bueno, pilla cuatro anecdotas de las tropocientas que salen en la novela y las filma en plan cine social, a años luz de cualquier peli de mafiosos al uso.
Y la vemos y nos vuelven a entrar ganas de decir que ahora sí, que los mafiosos de verdad deben ser como Totò, Simone, Pitbull, Gaetano y Don Ciro.

Pobrecicos.

Nota: notable.

26.1.09

¿Una película?

Voy a confesarles una cosa: ya tenía que haber salido a la venta El Gran libro de la Cinefilia, pero antes de mandarlo a imprenta se me ocurrió enseñarlo a algunos amigotes por si detectaban alguna pifia que se me hubiese pasado por alto. Y uno que es un crack me dijo "¿alguna pifia? hay toneladas de pifias, tú déjamelo un mes o un mes y medio y te lo devuelvo corregido".
Joder, qué vergüenza... si yo ya lo había repasado... y con la ayuda del corrector ortográfico del OpenOffice... En todo caso, mejor pasar vergüenza entre amigotes que haberme precipitado y haberme gastado mis duros en la impresión de cien ejemplares con las tildes en modo random.
Y supongo que la vergüenza y el baño de humildad me sentaron bien, porque me acababa de someter a un par de entrevistas y se me habían subido un poco los humos. No, ninguna de ellas era para ningún mass-media molón, pero siempre hace ilusión jugar a ser famoso.
El problema es que hoy en día los reporteros son unos vagos y lo que suelen hacer es mandarte las preguntas por e-mail para que escribas las respuestas tú mismo desde casa, con la calma. Y esto lo considero un porblema porque en las entrevistas orales no se notaría tanto que no se distinguir entre la B y la V; y porque al tener todo el tiempo que quieras para responder cada pregunta, te vuelves loco pensando cual es la respuesta correcta.
Sí, ya imagino que los famosos de verdad aprenden a responder a piñón fijo y van diciendo siempre lo mismo de forma automática, de mayor yo también quiero ser así.
Porque, por ejemplo, ¿qué diría usted si le preguntan "¿Una película?"?

¿Una película?

¿Una?

Pues... En la entrevista abortada dije Hannah y sus hermanas del Woody Allen, y en lo de Las 10 dije Regreso al Futuro 2, y ahora le estoy dando vueltas pensando qué diría si algún día me lo volviesen a preguntar.

Sólo sé que:
a) no puedo decir Casablanca ni Ciudadano Kane, para no parecer un contertulio del Garci,
b) no puedo decir ninguna del Stanley Kubrick porque es demasiado típico,
c) no puedo decir ninguna peli muy rara porque si sólo la he visto yo no es divertido,
y d) tengo que escoger algún título fácil de deletrear, para no cagarla.

Creo que probaré de pasar la patata caliente a mis amables lectores, porque me consta que muchos de ellos saben más que yo, a ver si tienen huevos de dejar un comentario diciendo su película favorita de todos los tiempos.

20.1.09

El caballero oscuro

Tengo amigos a los que les mola el rollo de los superhéroes. Son gente normal, a su manera. Cuando hablo con ellos, el raro soy yo, que dicen que lo que me pasa es que tengo amagos de homosexualidad reprimida y por eso me incomodo cuando veo jovencitos en mallas pegando saltos. Y ellos fueron los que me dijeron que El caballero oscuro (la última peli del hombre-murciélago) era la mejor de todas, que era muy profunda y analizaba la psicología del héroe y seguro que me gustaría y me ayudaría a superar mis prejuicios.
Pero sospecho que me tomaron el pelo. El caballero del culo dura dos horas y media y es aburridísima. Los análisis psicológicos son del nivel de los de por ejemplo Saw, los diálogos parecen sacados del CSI y las escenas de acción son escasas y sin gracia.

Por otro lado, confieso que yo me pensaba que este tipo de pelis eran muy maniqueas y que los buenos eran muy buenos y vestían de colores y los malos eran muy malos y vestían de negro... y me encontré de bruces con sorprendentes matices:

1. El personaje más desaborío, rico y antipático de toda la película es el prota (sí, lo sé porque mis amigos a los que les va el rollo de los superhéroes me lo habían explicado) y sin embargo viste de negro, conduce un cochazo y dispone de un armamento mucho más sofisticado y mortífero que el de sus adversarios. Verlo repartir estopa con tantos medios produce más bochorno que diversión, es casi como ver a Israel machacando la Franja de Gaza.

Y 2. el que representa que es el malo hace algunas cosas de malo, pero el pobrecico también se esfuerza a hacer chistes e intenta sonreir a pesar de que nadie le quiere. En demasiadas escenas lo pintan como un friki descastado y marginado por los mafiosos con más glamour. Da la impresión de que está desesperado por llamar la atención, ni siquiera aspira ya a hacer amigos. Resulta tan patético que despierta más compasión él que la gente a la que mata. No sé, quizá es la pinta que me lleva, que este sí que viste de colorines y se maquilla alegremente, con la mano izquierda y con todos los colores del arco iris.
Casi dan ganas de ponerse a llorar cuando lo detienen y revisan sus bolsillos y lo único que lleva en ellos es una colección de navajas barriobajera. Ya no sabes si la acción transcurre en Gotham City o en San Roque.
Los expertos dicen que este Joker es un villano postmoderno, pero parece una vieja folklórica borracha que no termina de asimilar el fracaso comercial de su último disco y se ha pasado toda la noche bebiendo anís del mono y llorando y secándose las lágrimas con la manga.

Nota: un cate.

10.1.09

Matrix

Tontería 1:
A mucha gente le parecerá razonable que los robots esclavicen a los humanos para robarles la energía eléctrica generada por sus impulsos nerviosos.
Pero dicen los empollones que la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. Por ejemplo, en el Sol se producen reacciones de fusión que transforman la energía de los núcleos de los átomos (energía nuclear) en energía radiante que llega a la tierra y es absorbida, entre otras cosas, por las lechugas que, mediante el proceso de la fotosíntesi, la usan, entre otras cosas, para construir moléculas (energía química). Luego viene por ejemplo un conejo y se zampa la lechuga y usa la energía química de ésta para correr y saltar (energía mecánica) y se pasea por ahí hasta que lo pillo yo y me lo zampo con allioli. Y obtengo así mi dosis de energía para realizar diversas funciones corporales. Pero esa energía es sólo la pequeña parte de la energía nuclear del Sol que se transformó en energía radiante y luego en energía química lechuguil y luego en energía química conejil. Y entre transformación y transformación, la mayor parte de la energia originaria se ha disipado por el universo en forma de calor.
Vamos, que si eres un robot te sale más a cuenta zamparte el conejo al allioli que zamparte el impulso nervioso de un humano, pero mejor aun si te zampas una lechuga o, en un alarde tecnológico, te montas una placa solar en la cabeza y de dejas de complicaciones.

Tontería 2:
En la antiguedad la gente desconocía los intríngulis de los fenómenos atmosféricos básicos y las tormentas y las sequías se atribuían a dioses y otros seres mágicos y poderosos... Pero los empollones descubrieron que casi todos los fenómenos de la naturaleza podían también explicarse de forma científica. Aunque han pasado los años y mucha gente prefiere aferrarse a la mística y las supersticiones, que tienen la ventaja de que no hace falta saber mates para entenderlas y además te prometen vidas eternas y otras maravillas. Incluso hay quien considera la ciencia como una religión más, pero la ciencia tiene la ventaja de que permite hacer predicciones comprobables sobre qué pasará en el futuro.
Bueno, es que no hay color: la Bíblia nos da las Profecías de Fátima, la Ciencia nos permite predecir los eclipses y el tiempo que hará mañana y además viene con inventos chulos de regalo como la electrónica, el cine o los desagües sifónicos.

La paradoja:
La película esta, a pesar de a) patinar con el rollo energético, b) estar cargada de simbología judeocristiana y c) parecer un puto anuncio de gafas de sol, es interpretada por muchos como un canto al conocimiento y a los procesos de aprendizaje.
En serio, no se trata de una metáfora alucinada por cuatro frikifans con raybans, se trata de una metáfora consagrada que también la analiza con todo detalle un filósofo de la talla José Sánchez Tortosa en su desesperanzado libro El profesor en la trinchera.
A ver si va a resultar que Matrix es la Caverna platónica del siglo XXI.

El simbolismo docente:
Morfeo es el profe guiando desde la caverna hacia la luz del conocimiento a los que quieran seguirle y tengan fuerzas para hacerlo; Neo es uno de los pocos alumnos que todavía se esfuerzan por aprender; la humanidad enchufada son los alumnos zoquetes atrapados en la caverna-matriz; la matriz en sí no es otra cosa que el cómodo mundo de la ignorancia; y Trinity debe ser la pizarra, porque va vestida de dominatrix pero está un poco plana.

La conclusión:
Las balas van despacio. Como mola, colega.

Las secuelas:
Matrix Reloaded y Matrix Revolutions, ai uix.

9.1.09

Rarezas

El otro día le decía a una chica que voy muy poco a las salas de estreno pero que casi cada semana voy a ver alguna película a la filmoteca y me miró con una cara muy rara, de entre sorpresa y temor, como si le hubiese confesado que por las mañanas desayuno carne de bebé cruda.
Mi teoría es que reaccionó así porque no lo había probado nunca, ni una cosa ni la otra.

7.1.09

Rec

Uno de los problemas del cine contemporáneo es que todas las películas tienen títulos parecidos y es fácil liarse. Ayer, por ejemplo, me fui al cine con toda la ilusión y con toda la familia pensando que ponían esa del ogro verde y el gato con botas, y nos encontramos cara a cara con el deformado rostro del nuevo cine de terror catalán.

Y confieso tener ciertos prejuicios contra el cine de mi tierra y ciertos prejuicios contra el cine de terror, pero no me quedó más remedio que ponerlos todos juntos y tragármelos y alucinar ante esta película. Menudo yuyu.

Mi churri, para sentirse más segura, se me agarró del brazo y me lo fue apretujando y dislocando a medida que avanzaba la trama. Si los zombies no se pasasen toda la peli pegando gritos se hubiese podido oír el crujir de mis articulaciones.
Cuando los protas se encierran en el ático, yo ya tenía el antebrazo azul.

Por otro lado, entre a) los sustos, b) los gritos, c) el terror infernal y d) la visión de una rubita pechugona correteando y subiendo y bajando escaleras y respirando entrecortadamente mientras otra atractiva señorita apretujaba su anatomía contra mi desconyuntado brazo derecho, el corazón se me puso en modo taquicardia y parece ser que se me acercaron a la piel unas venas palpitantes que no sabía yo que poseía. Cuando encendieron las luces ya tenía tan mal aspecto que me vio una adolescente palomitera y empezó a correr pensando que yo también había sido mordido por un no-muerto.

Y habría que destacar las escenas de sátira del paisanaje español y de los programas de cutre-realidad a lo Callejeros, que casi recordaban al mejor Berlanga, pero hostias, la risa que me salía a mí con esas escenas ya no era una risa alegre, sino era una risa histérica, de loco, la misma que se le escapa a cualquier espectador sensato cuando ha visto a una niña pegarle un mordisco en el ojo a su propia madre.

Vamos, que está muy bien, y tiene mucho mérito rodar toda la peli con una sola cámara, sin hacer ni un solo plano-contraplano y prescindiendo de la mayoría de martingalas que dan ambiente en otras películas. Y todavía tiene más mérito que el resultado de tal prodigio técnico no aburra y que resulte creíble (dentro de lo que serían los cánones de credibilidad de las películas de temática zombie, se entiende), pero por otro lado dudo mucho que mi brazo recupere nunca la forma que tenía antes de la película. No se trata sólo de la tradicional gangrena, se ve que la articulación está fuera de órbita y los huesos resquebrajados.

Desde que vi Rec me alimento con una pajita y me masturbo con la izquierda.

Nota: notable alto.

6.1.09

La crítica de la crítica

¿Se atreverían ustedes a reseñar El Gran Libro de La Cinefilia sin haberlo leído?
Más o menos será como lo que se lee en este blog pero un poco purgado y con los errores ortográficos corregidos (los que encuentre), no hace falta saber más, ¿no?
Ya tenemos el prólogo, el contenido y estamos buscando frases con gancho para ponerlas en la contraportada.
A ver si nos ayudan algunos de esos cracks que solían entrar por aquí en los viejos tiempos cuando actualizábamos a menudo.

5.1.09

Dexter

Ya me repelía un poco la ciudad de Miami por el rollo de las palmeras, los eliancitos y el Julio Iglesias, sólo me ha faltado ver cómo funcionan ahí las comisarías... ¡Menuda pandilla! ¡Al lado del cuerpo policial de Miami, el cuerpo de la Guardia Civil Española parece un cuerpazo! Quién más quién menos se deja sobornar por unos donuts; hay tres o cuatro que están todo el rato comadrejeando para trepar en el organigrama; uno que es un chino cachondo que gusta de soltar chistes bestias en la escena del crimen; otro que está separado y acosa a su ex-esposa; una que se cepilla a un psicópata y otro que precisamente es un psicópata en su tiempo libre y encima tiene el cansino hobbie de autocompadecerse todo el rato con su voz en off:
"Oh, no tengo sentimientos, oh, qué mal me hacer sentir eso... Me gustaría poder hablar con alguien de cómo me siento... Ojalá pudiese quitarme la máscara..."
La verdad es que ahondar en la psicología de los psicópatas resulta interesante pero también muy confuso, uno se pregunta si los guionistas se han documentado charlando con zumbados de verdad o se lo han inventado todo sin reparo alguno, pensando que al fin y al cabo para retratar la mente de un zumbao tampoco va a pedir nadie rigor alguno, que si hubiese en ella rigor y coherencia ya no sería la mente de un zumbao.
Y hay algo de gore para amas de casa, pero resulta menos desagradable y más divertido que el de CSI, y el argumento no es nada del otro mundo pero se desarrolla capítulo a capítulo y engancha bastante.
Michael C. Hall (el hermano gay de A dos metros bajo tierra) es un actorazo, y se aguanta la risa en todas las escenas, y nos mete de cabeza en un mundo de suspense raro, diferente del suspense al que estamos acosumbrados, y a pesar de que todo es muy artificioso y que los personajes parecen haberse escapado de un circo, confieso que algunos capítulos realmente me han puesto de los nervios.
Y bueno, en la línea de las teleséries yankis de hoy en día, el puritanismo más ñoño convive con una trama de lo más depravado: no tienen problemaspor mostrarte a una señorita salpicando a su hijo de sangre al ser despedazada con una sierra eléctrica pero harán todo lo posible para que no veas nunca un pezón o una nalga, y los psicópatas desnudan y atan a sus víctimas para torturarlas y matarlas pero se sienten obligados a hacerlo con papel de plástico transparente dando las vueltas necesarias para que queden al descubierto la cara y el ombligo y las extremidades pero queden pudorosamente cubiertas las partes correspondientes a lo que sería el bikini.

Nota: notable bajo.

3.1.09

Caché

Parece un thriller pero no es un thriller, oiga, que el Haneke es un postmoderno que coge las estructuras de los géneros viejos y las retuerce para lanzar mensajes nuevos... mensajes pedantorros, eso sí, pero que no dejan de tener su gracia.
Y con la excusa de que no es un thriller voy a contar alegremente unos cuantos spoilers, ya aviso para que no se enfade la gente como cuando conté el final de Lost.
Y es que me apetece explicarles quién es "el malo" porque tras ver la peli ni yo ni mis amigotes teníamos la más remota idea (y mis amigotes son gente sagaz, uno de ellos entendió Mulhogand Drive a la primera), pero he realizado una agotadora labor de investigación por internet y ahora ya entiendo la peli y estoy muy orgulloso y me apetece contarlo para que el próximo espectador desconcertado que busque respuestas pueda encontrarlas aquí.

Resulta que alguien está acosando al prota (Daniel Auteuil, el del Corazón en hivierno) y le manda cintas de video con largos planos secuencia fijos de la fachada de su casa, en los que se puede ver poca cosa a parte de sus idas y venidas, las de su señora (Juliette Binoche), las del hijo y las de algún vecino que pasa de vez en cuando.
Nada más empezar ya están él y su señora mirando una de las cintas y diciendo cosas como "¿Quién habrá sido? ¿Por qué? ¿Y cómo es posible que yo pasase justo al lado de donde parece estar la cámara y no la viese? ¿Cómo no me di cuenta? Nunca lo sabremos..."
Luego recibe videos de otras cosas y dibujos chungos y empieza a sospechar que le está acosando un pobre argelino al que puteó años ha, cuando ambos eran críos. Lo busca y se enfrenta a él, pero el argelino pone cara de sorprendido y dice que él no mandó las cintas.
Pero las cintas siguen llegando. En una de ellas se ve pasar un coche, que llega desde detrás de la cámara, y las fugaces sombras que se proyectan son las de un equipo de filmación profesional, no la de un pequeño psicópata con una cámara del Mediamarket. Si la película fuese de un director normal, esto podría considerarse una pequeña pifia, pero tratandose del zumbao del Haneke, quizá tenga alguna lectura profunda.
Porque luego el prota empieza a sospechar del hijo del argelino al que puteó de crío, pero también se enfrenta a él y también nos da a entender que no, que él no está para ir gravando cintas.
Y todos los espectadores, acostumbrados a los thrillers convencionales nos pasamos la peli intentando adivinar quién coño manda las cintas. ¿El argelino padre? ¿El argelino hijo? ¿El hijo del prota? ¿El hijo del prota compinchado con el hijo del argelino? (Estas dos hipotesis no tienen tampoco ni pies ni cabeza, pero bueno).
Pero el equipo de filmación que se intuye en las sombras es un equipo profesional, como si estuviesen rodando una peli. A ver si va a resultar que Haneke nos está diciendo que el malo es él, el cineasta, que quiere putear a sus personajes y al espectador para tejer una densa metáfora sobre la culpa particular y la culpa colectiva y le suda la polla la argumentación clásica.
¿Y cómo puede ser que los personajes no se den cuenta de que los están filmando? Pues eso nunca lo sabremos, ya lo avisa el prota en la primera escena, no vale la pena estresarse con el tema.

Nota: notable.