26.1.09

¿Una película?

Voy a confesarles una cosa: ya tenía que haber salido a la venta El Gran libro de la Cinefilia, pero antes de mandarlo a imprenta se me ocurrió enseñarlo a algunos amigotes por si detectaban alguna pifia que se me hubiese pasado por alto. Y uno que es un crack me dijo "¿alguna pifia? hay toneladas de pifias, tú déjamelo un mes o un mes y medio y te lo devuelvo corregido".
Joder, qué vergüenza... si yo ya lo había repasado... y con la ayuda del corrector ortográfico del OpenOffice... En todo caso, mejor pasar vergüenza entre amigotes que haberme precipitado y haberme gastado mis duros en la impresión de cien ejemplares con las tildes en modo random.
Y supongo que la vergüenza y el baño de humildad me sentaron bien, porque me acababa de someter a un par de entrevistas y se me habían subido un poco los humos. No, ninguna de ellas era para ningún mass-media molón, pero siempre hace ilusión jugar a ser famoso.
El problema es que hoy en día los reporteros son unos vagos y lo que suelen hacer es mandarte las preguntas por e-mail para que escribas las respuestas tú mismo desde casa, con la calma. Y esto lo considero un porblema porque en las entrevistas orales no se notaría tanto que no se distinguir entre la B y la V; y porque al tener todo el tiempo que quieras para responder cada pregunta, te vuelves loco pensando cual es la respuesta correcta.
Sí, ya imagino que los famosos de verdad aprenden a responder a piñón fijo y van diciendo siempre lo mismo de forma automática, de mayor yo también quiero ser así.
Porque, por ejemplo, ¿qué diría usted si le preguntan "¿Una película?"?

¿Una película?

¿Una?

Pues... En la entrevista abortada dije Hannah y sus hermanas del Woody Allen, y en lo de Las 10 dije Regreso al Futuro 2, y ahora le estoy dando vueltas pensando qué diría si algún día me lo volviesen a preguntar.

Sólo sé que:
a) no puedo decir Casablanca ni Ciudadano Kane, para no parecer un contertulio del Garci,
b) no puedo decir ninguna del Stanley Kubrick porque es demasiado típico,
c) no puedo decir ninguna peli muy rara porque si sólo la he visto yo no es divertido,
y d) tengo que escoger algún título fácil de deletrear, para no cagarla.

Creo que probaré de pasar la patata caliente a mis amables lectores, porque me consta que muchos de ellos saben más que yo, a ver si tienen huevos de dejar un comentario diciendo su película favorita de todos los tiempos.

20.1.09

El caballero oscuro

Tengo amigos a los que les mola el rollo de los superhéroes. Son gente normal, a su manera. Cuando hablo con ellos, el raro soy yo, que dicen que lo que me pasa es que tengo amagos de homosexualidad reprimida y por eso me incomodo cuando veo jovencitos en mallas pegando saltos. Y ellos fueron los que me dijeron que El caballero oscuro (la última peli del hombre-murciélago) era la mejor de todas, que era muy profunda y analizaba la psicología del héroe y seguro que me gustaría y me ayudaría a superar mis prejuicios.
Pero sospecho que me tomaron el pelo. El caballero del culo dura dos horas y media y es aburridísima. Los análisis psicológicos son del nivel de los de por ejemplo Saw, los diálogos parecen sacados del CSI y las escenas de acción son escasas y sin gracia.

Por otro lado, confieso que yo me pensaba que este tipo de pelis eran muy maniqueas y que los buenos eran muy buenos y vestían de colores y los malos eran muy malos y vestían de negro... y me encontré de bruces con sorprendentes matices:

1. El personaje más desaborío, rico y antipático de toda la película es el prota (sí, lo sé porque mis amigos a los que les va el rollo de los superhéroes me lo habían explicado) y sin embargo viste de negro, conduce un cochazo y dispone de un armamento mucho más sofisticado y mortífero que el de sus adversarios. Verlo repartir estopa con tantos medios produce más bochorno que diversión, es casi como ver a Israel machacando la Franja de Gaza.

Y 2. el que representa que es el malo hace algunas cosas de malo, pero el pobrecico también se esfuerza a hacer chistes e intenta sonreir a pesar de que nadie le quiere. En demasiadas escenas lo pintan como un friki descastado y marginado por los mafiosos con más glamour. Da la impresión de que está desesperado por llamar la atención, ni siquiera aspira ya a hacer amigos. Resulta tan patético que despierta más compasión él que la gente a la que mata. No sé, quizá es la pinta que me lleva, que este sí que viste de colorines y se maquilla alegremente, con la mano izquierda y con todos los colores del arco iris.
Casi dan ganas de ponerse a llorar cuando lo detienen y revisan sus bolsillos y lo único que lleva en ellos es una colección de navajas barriobajera. Ya no sabes si la acción transcurre en Gotham City o en San Roque.
Los expertos dicen que este Joker es un villano postmoderno, pero parece una vieja folklórica borracha que no termina de asimilar el fracaso comercial de su último disco y se ha pasado toda la noche bebiendo anís del mono y llorando y secándose las lágrimas con la manga.

Nota: un cate.

10.1.09

Matrix

Tontería 1:
A mucha gente le parecerá razonable que los robots esclavicen a los humanos para robarles la energía eléctrica generada por sus impulsos nerviosos.
Pero dicen los empollones que la energía ni se crea ni se destruye, se transforma. Por ejemplo, en el Sol se producen reacciones de fusión que transforman la energía de los núcleos de los átomos (energía nuclear) en energía radiante que llega a la tierra y es absorbida, entre otras cosas, por las lechugas que, mediante el proceso de la fotosíntesi, la usan, entre otras cosas, para construir moléculas (energía química). Luego viene por ejemplo un conejo y se zampa la lechuga y usa la energía química de ésta para correr y saltar (energía mecánica) y se pasea por ahí hasta que lo pillo yo y me lo zampo con allioli. Y obtengo así mi dosis de energía para realizar diversas funciones corporales. Pero esa energía es sólo la pequeña parte de la energía nuclear del Sol que se transformó en energía radiante y luego en energía química lechuguil y luego en energía química conejil. Y entre transformación y transformación, la mayor parte de la energia originaria se ha disipado por el universo en forma de calor.
Vamos, que si eres un robot te sale más a cuenta zamparte el conejo al allioli que zamparte el impulso nervioso de un humano, pero mejor aun si te zampas una lechuga o, en un alarde tecnológico, te montas una placa solar en la cabeza y de dejas de complicaciones.

Tontería 2:
En la antiguedad la gente desconocía los intríngulis de los fenómenos atmosféricos básicos y las tormentas y las sequías se atribuían a dioses y otros seres mágicos y poderosos... Pero los empollones descubrieron que casi todos los fenómenos de la naturaleza podían también explicarse de forma científica. Aunque han pasado los años y mucha gente prefiere aferrarse a la mística y las supersticiones, que tienen la ventaja de que no hace falta saber mates para entenderlas y además te prometen vidas eternas y otras maravillas. Incluso hay quien considera la ciencia como una religión más, pero la ciencia tiene la ventaja de que permite hacer predicciones comprobables sobre qué pasará en el futuro.
Bueno, es que no hay color: la Bíblia nos da las Profecías de Fátima, la Ciencia nos permite predecir los eclipses y el tiempo que hará mañana y además viene con inventos chulos de regalo como la electrónica, el cine o los desagües sifónicos.

La paradoja:
La película esta, a pesar de a) patinar con el rollo energético, b) estar cargada de simbología judeocristiana y c) parecer un puto anuncio de gafas de sol, es interpretada por muchos como un canto al conocimiento y a los procesos de aprendizaje.
En serio, no se trata de una metáfora alucinada por cuatro frikifans con raybans, se trata de una metáfora consagrada que también la analiza con todo detalle un filósofo de la talla José Sánchez Tortosa en su desesperanzado libro El profesor en la trinchera.
A ver si va a resultar que Matrix es la Caverna platónica del siglo XXI.

El simbolismo docente:
Morfeo es el profe guiando desde la caverna hacia la luz del conocimiento a los que quieran seguirle y tengan fuerzas para hacerlo; Neo es uno de los pocos alumnos que todavía se esfuerzan por aprender; la humanidad enchufada son los alumnos zoquetes atrapados en la caverna-matriz; la matriz en sí no es otra cosa que el cómodo mundo de la ignorancia; y Trinity debe ser la pizarra, porque va vestida de dominatrix pero está un poco plana.

La conclusión:
Las balas van despacio. Como mola, colega.

Las secuelas:
Matrix Reloaded y Matrix Revolutions, ai uix.

9.1.09

Rarezas

El otro día le decía a una chica que voy muy poco a las salas de estreno pero que casi cada semana voy a ver alguna película a la filmoteca y me miró con una cara muy rara, de entre sorpresa y temor, como si le hubiese confesado que por las mañanas desayuno carne de bebé cruda.
Mi teoría es que reaccionó así porque no lo había probado nunca, ni una cosa ni la otra.

7.1.09

Rec

Uno de los problemas del cine contemporáneo es que todas las películas tienen títulos parecidos y es fácil liarse. Ayer, por ejemplo, me fui al cine con toda la ilusión y con toda la familia pensando que ponían esa del ogro verde y el gato con botas, y nos encontramos cara a cara con el deformado rostro del nuevo cine de terror catalán.

Y confieso tener ciertos prejuicios contra el cine de mi tierra y ciertos prejuicios contra el cine de terror, pero no me quedó más remedio que ponerlos todos juntos y tragármelos y alucinar ante esta película. Menudo yuyu.

Mi churri, para sentirse más segura, se me agarró del brazo y me lo fue apretujando y dislocando a medida que avanzaba la trama. Si los zombies no se pasasen toda la peli pegando gritos se hubiese podido oír el crujir de mis articulaciones.
Cuando los protas se encierran en el ático, yo ya tenía el antebrazo azul.

Por otro lado, entre a) los sustos, b) los gritos, c) el terror infernal y d) la visión de una rubita pechugona correteando y subiendo y bajando escaleras y respirando entrecortadamente mientras otra atractiva señorita apretujaba su anatomía contra mi desconyuntado brazo derecho, el corazón se me puso en modo taquicardia y parece ser que se me acercaron a la piel unas venas palpitantes que no sabía yo que poseía. Cuando encendieron las luces ya tenía tan mal aspecto que me vio una adolescente palomitera y empezó a correr pensando que yo también había sido mordido por un no-muerto.

Y habría que destacar las escenas de sátira del paisanaje español y de los programas de cutre-realidad a lo Callejeros, que casi recordaban al mejor Berlanga, pero hostias, la risa que me salía a mí con esas escenas ya no era una risa alegre, sino era una risa histérica, de loco, la misma que se le escapa a cualquier espectador sensato cuando ha visto a una niña pegarle un mordisco en el ojo a su propia madre.

Vamos, que está muy bien, y tiene mucho mérito rodar toda la peli con una sola cámara, sin hacer ni un solo plano-contraplano y prescindiendo de la mayoría de martingalas que dan ambiente en otras películas. Y todavía tiene más mérito que el resultado de tal prodigio técnico no aburra y que resulte creíble (dentro de lo que serían los cánones de credibilidad de las películas de temática zombie, se entiende), pero por otro lado dudo mucho que mi brazo recupere nunca la forma que tenía antes de la película. No se trata sólo de la tradicional gangrena, se ve que la articulación está fuera de órbita y los huesos resquebrajados.

Desde que vi Rec me alimento con una pajita y me masturbo con la izquierda.

Nota: notable alto.

6.1.09

La crítica de la crítica

¿Se atreverían ustedes a reseñar El Gran Libro de La Cinefilia sin haberlo leído?
Más o menos será como lo que se lee en este blog pero un poco purgado y con los errores ortográficos corregidos (los que encuentre), no hace falta saber más, ¿no?
Ya tenemos el prólogo, el contenido y estamos buscando frases con gancho para ponerlas en la contraportada.
A ver si nos ayudan algunos de esos cracks que solían entrar por aquí en los viejos tiempos cuando actualizábamos a menudo.

5.1.09

Dexter

Ya me repelía un poco la ciudad de Miami por el rollo de las palmeras, los eliancitos y el Julio Iglesias, sólo me ha faltado ver cómo funcionan ahí las comisarías... ¡Menuda pandilla! ¡Al lado del cuerpo policial de Miami, el cuerpo de la Guardia Civil Española parece un cuerpazo! Quién más quién menos se deja sobornar por unos donuts; hay tres o cuatro que están todo el rato comadrejeando para trepar en el organigrama; uno que es un chino cachondo que gusta de soltar chistes bestias en la escena del crimen; otro que está separado y acosa a su ex-esposa; una que se cepilla a un psicópata y otro que precisamente es un psicópata en su tiempo libre y encima tiene el cansino hobbie de autocompadecerse todo el rato con su voz en off:
"Oh, no tengo sentimientos, oh, qué mal me hacer sentir eso... Me gustaría poder hablar con alguien de cómo me siento... Ojalá pudiese quitarme la máscara..."
La verdad es que ahondar en la psicología de los psicópatas resulta interesante pero también muy confuso, uno se pregunta si los guionistas se han documentado charlando con zumbados de verdad o se lo han inventado todo sin reparo alguno, pensando que al fin y al cabo para retratar la mente de un zumbao tampoco va a pedir nadie rigor alguno, que si hubiese en ella rigor y coherencia ya no sería la mente de un zumbao.
Y hay algo de gore para amas de casa, pero resulta menos desagradable y más divertido que el de CSI, y el argumento no es nada del otro mundo pero se desarrolla capítulo a capítulo y engancha bastante.
Michael C. Hall (el hermano gay de A dos metros bajo tierra) es un actorazo, y se aguanta la risa en todas las escenas, y nos mete de cabeza en un mundo de suspense raro, diferente del suspense al que estamos acosumbrados, y a pesar de que todo es muy artificioso y que los personajes parecen haberse escapado de un circo, confieso que algunos capítulos realmente me han puesto de los nervios.
Y bueno, en la línea de las teleséries yankis de hoy en día, el puritanismo más ñoño convive con una trama de lo más depravado: no tienen problemaspor mostrarte a una señorita salpicando a su hijo de sangre al ser despedazada con una sierra eléctrica pero harán todo lo posible para que no veas nunca un pezón o una nalga, y los psicópatas desnudan y atan a sus víctimas para torturarlas y matarlas pero se sienten obligados a hacerlo con papel de plástico transparente dando las vueltas necesarias para que queden al descubierto la cara y el ombligo y las extremidades pero queden pudorosamente cubiertas las partes correspondientes a lo que sería el bikini.

Nota: notable bajo.

3.1.09

Caché

Parece un thriller pero no es un thriller, oiga, que el Haneke es un postmoderno que coge las estructuras de los géneros viejos y las retuerce para lanzar mensajes nuevos... mensajes pedantorros, eso sí, pero que no dejan de tener su gracia.
Y con la excusa de que no es un thriller voy a contar alegremente unos cuantos spoilers, ya aviso para que no se enfade la gente como cuando conté el final de Lost.
Y es que me apetece explicarles quién es "el malo" porque tras ver la peli ni yo ni mis amigotes teníamos la más remota idea (y mis amigotes son gente sagaz, uno de ellos entendió Mulhogand Drive a la primera), pero he realizado una agotadora labor de investigación por internet y ahora ya entiendo la peli y estoy muy orgulloso y me apetece contarlo para que el próximo espectador desconcertado que busque respuestas pueda encontrarlas aquí.

Resulta que alguien está acosando al prota (Daniel Auteuil, el del Corazón en hivierno) y le manda cintas de video con largos planos secuencia fijos de la fachada de su casa, en los que se puede ver poca cosa a parte de sus idas y venidas, las de su señora (Juliette Binoche), las del hijo y las de algún vecino que pasa de vez en cuando.
Nada más empezar ya están él y su señora mirando una de las cintas y diciendo cosas como "¿Quién habrá sido? ¿Por qué? ¿Y cómo es posible que yo pasase justo al lado de donde parece estar la cámara y no la viese? ¿Cómo no me di cuenta? Nunca lo sabremos..."
Luego recibe videos de otras cosas y dibujos chungos y empieza a sospechar que le está acosando un pobre argelino al que puteó años ha, cuando ambos eran críos. Lo busca y se enfrenta a él, pero el argelino pone cara de sorprendido y dice que él no mandó las cintas.
Pero las cintas siguen llegando. En una de ellas se ve pasar un coche, que llega desde detrás de la cámara, y las fugaces sombras que se proyectan son las de un equipo de filmación profesional, no la de un pequeño psicópata con una cámara del Mediamarket. Si la película fuese de un director normal, esto podría considerarse una pequeña pifia, pero tratandose del zumbao del Haneke, quizá tenga alguna lectura profunda.
Porque luego el prota empieza a sospechar del hijo del argelino al que puteó de crío, pero también se enfrenta a él y también nos da a entender que no, que él no está para ir gravando cintas.
Y todos los espectadores, acostumbrados a los thrillers convencionales nos pasamos la peli intentando adivinar quién coño manda las cintas. ¿El argelino padre? ¿El argelino hijo? ¿El hijo del prota? ¿El hijo del prota compinchado con el hijo del argelino? (Estas dos hipotesis no tienen tampoco ni pies ni cabeza, pero bueno).
Pero el equipo de filmación que se intuye en las sombras es un equipo profesional, como si estuviesen rodando una peli. A ver si va a resultar que Haneke nos está diciendo que el malo es él, el cineasta, que quiere putear a sus personajes y al espectador para tejer una densa metáfora sobre la culpa particular y la culpa colectiva y le suda la polla la argumentación clásica.
¿Y cómo puede ser que los personajes no se den cuenta de que los están filmando? Pues eso nunca lo sabremos, ya lo avisa el prota en la primera escena, no vale la pena estresarse con el tema.

Nota: notable.