11.10.06

La insoportable levedad del ser

La carátula del DVD anuncia que se trata de "La película más erótica desde El último tango en París" y a mí esta afirmación me produce sentimientos ambivalentes: siempre resulta grato ver gente desnuda retozando, pero el erotismo intelectualoide suele ser un poco muermo (veáse lo del tango mantequillero, Lucía y el sexo, Ninette, etc).

Y el bestseller de Milan Kundera está muy bien pero parece un libro poco peliculizable...

Y sin embargo, la peli no está nada mal.
Eso sí, cumple a rajatabla las Cuatro Reglas de Oro del Cine de Autor (popularmente conocidas como CROCA), o sea que podríamos decir que es una croqueta, pero no es una croqueta sosa e indigesta, sino una croqueta jugosilla que me mantuvo tranquilo y relajado frente a la pantalla durante más de tres horas.

Y lo que sería mismamente el pit-i-cuixa, la verdad es que tampoco hay para tanto, pero sí que nos alegran la vista un par de escenas con los culetes de Juliette Binoche y Lena Olin.

Nota: notable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Escribe usted sobre la peli aproximadamente cinco minutos después de que el emule haya hecho su trabajo con la misma. ¡Viva Lena Olin!

El Miope Muñoz dijo...

Kaufmann se masturbó tanto como Kundera, los intelectuales se pusieron cachondos con Lena Olin y la gente normal supo de que le sonaba Juliette Binoche.