29.11.08

Camino

La postura ofcial del Opus Dei ante esta película parece ser la de intentar aprovechar que el río está revuelto para pescar algún merluzo. Cito a un tal Manuel Garrido de la web oficial de la secta:

"Desearía que esta película fuese ocasión para que muchas personas conozcan con sus propios ojos la realidad del Opus Dei. Las puertas están abiertas para los que deseen conocer de forma directa esta institución de la Iglesia Católica."
Pero en general parece que a los numerarios y simpatizantes que les han dejado verla no les ha gustado, y algunos de ellos ven en esta peli otro paso en una conspiración cinematográfica que empezó hace unos años con El código Da Vinci.
Aunque tampoco te vas a fiar de los gustos de unos zumbaos que se ponen piedras en sus propios zapatos adrede y que cuando tienen sed se esperan un rato antes de beber agua para homenajear con esa sed y ese pequeño sufrimiento a su Dios... y es que al Dios judeocristiano normal de toda la vida ya le va un poco el rollo del sadomaso, pero el Dios del Opus es peor, menudo hijoputa, si eso es un Dios misericordioso no quiero ni saber cómo será el Demonio.

En todo caso, se rumorea que los ateos disfrutarán de la peli más que los devotos, pero los que deberían verla son los indecisos, los atontados, las víctimas potenciales, la gente que cualquier día puede buscar consuelo en las garras de la religión.

El argumento es tontorrón, se ve que el director del Milagro de P. Tinto quedó alucinado al oir la historia de Alexia González-Barros (una niña de 14 años que ahora están beatificando por haberse dejado comer el coco y haber aceptado su propia muerte con deportividad, que ya ves tú qué milago, ni punto de comparación con los santos de antaño, que cuando no había cámaras de fotos sí que se hacían milagros molones, los santos de antaño parecían poco menos que superhéroes). Y Javier Fesser intentó imaginar qué podía estar cociéndose dentro de la mente de una niña tan santificable, y la única cosa que se le ocurrió es que quizá se trataba de una pequeña confusión. Quizá ella quería participar en la obra de teatro que hacían sus amigas, y sus padres se pensaron que quería participar en la Obra del Escrivá de Balaguer. Y que quizá ella estaba enchochada de Jesús el pastelero y sus padres se pensaron que amaba a Jesús el Hijo de Dios.
Pero el argumento es lo de menos, y las generosas dosis de gore y melodrama tampoco llegan a acojonar ni la mitad de lo que acojonan las escalofriantes escenas de la vida cotidiana de los numerarios de la secta. Yo diría que ahí es dónde está el valor de la película, en mostrar con qué pequeñas torturas psicológicas se puede ir separando una persona de su família para esclavizarla y robarle todas las posesiones y aspiraciones vitales.
Aunque los de los Opus que han visto la peli insisten en que no, que lo que se ve en Camino no es un documental, que ellos no aplaudieron cuando se murió Alexia, que a veces si que aplauden cuando mueren niños, pero que el día que murió Alexia no aplaudieron (sic).

Y bueno, yo reconozco que no aplaudí pero sí que me reí un montón con la escena en que se muere el padre, pero es que te pilla por sorpresa. En todo caso, que no vaya nadie a verla pensando que se trata de una comedia porque no lo es.

Nota: Notable.
(Ahora en serio, si esta usted pensando en llevar a los críos a un cole de curas, vea primero la peli y/o ojee Opuslibros.org, la web de los exnumerarios arrepentidos)

28.11.08

Quantum of solace

Cuanto sol hace, la última película de James Bond, es más o menos como la anterior.

26.11.08

Loquillo, el rey del pollo frito

Leo la entrevista del Babelia al galán español Loquillo, protagonista de películas como El buga y la tortuga y compositor de himnos de pop industrial como Yo para ser feliz quiero un camión, y dice cosas muy graciosas como:

"Desde que tengo uso de razón he sido alguien observado por todos. Por mi altura y porque desde los 15 años estaba en la calle con una chupa de cuero. O era jefe de pandilla, o el que se veía más, o el más chulo del lugar... En mí no encontrarás ese discurso tan barato de algunos artistas españoles de 'yo soy como el pueblo'. Lo siento, yo no."

"Hay algo que está haciendo mucho daño en España a la cultura, los putos frikis, que de todo hacen un chiste."

"La cultura friki ya no es que esté dando los últimos coletazos, es que no se puede hacer más el ridículo... Está llegando al absurdo en todo. La gente que se cree su oficio lo que hace es ensayar y tocar. No tiene tiempo para reírse de todo, básicamente porque te pueden romper la cara"
Yo, para ser feliz, quiero un melón.

22.11.08

Casino Royale

No soy la persona más adecuada para juzgar la decadencia del agente James Bond porque esta es la primera peli del simpático espía que he visto entera, pero confieso que le tengo cariño al personaje porque me grabé un DVD recopilatorio con canciones de sus bandas sonoras y me va de muerte en las fiestas, cuando lo pongo el nivel de glamour se dispara y la canción de We have all the time in the world es perfecta para arrimar cebolleta.
Y siempre me han hecho gracia los diálogos vacilones de tipos duros absolutamente indespeinables que se mueven en la frontera de la autoparodia. Los mejores son los del cine negro antiguo, a poder ser con Bogart, pero el agente 007 también parecía tener algunas líneas chulas de macho alfa auténtico.
Pero bueno, las veces que había visto un ratito de alguna peli Bond por la tele, había sonreido, me había deleitado un ratito con los paisajes y las churris y las frases macarriles, pero el argumento nunca me había atrapado lo suficiente como para aguantar las pausas publicitarias.
Me daba la impresión de que después de los créditos inciales hipermolones, la cosa ya empezaba a perder ritmo...

Pero vi la peli esta del Flan Royal y me quedé flipando. Ver cosas así en una pantalla grande es como subir a una montaña rusa. Sobretodo durante la persecución en las obras, la platea pilla una taquicardia colectiva equivalente a la ingesta de 3 litros de café solo. Y con la escena de la tortura te ríes un montón porque sale un tíobueno desnudo y el malo le golpea los testículos con una cuerda, aunque los expertos afirmen que la saga está perdiendo el sentido del humor.

Pero lo que sí que es cierto es que la saga Bond se está volviendo políticamente correcta, es decir que se está volviendo puritana, es decir que cada vez las películas son menos sexys pero más violentas.

Algo chungo le está pasando al sistema de valores de la indústria del espectáculo. Y ojalá se trate sólo de una moda temporal, porque si sigue la tendencia esta de ennoblecer los mamporros y demonizar el putiferio, el mundo se hunde.

Nota: notable.

21.11.08

Cheap Funny Games

Hoy en puedes comprar en los quioscos el DVD de Funny games por 1€ y te regalan el periodico Público.
Funny games es la película de suspense definitiva, después de ver esta ya no hace falta ver ninguna más, ni siquiera el remake, y el periódico es ligero y un poco sensacionalista pero también tiene su encanto.

19.11.08

Documentales sobre el 9/11

(vistos por Dalton Kfk)

Cuatro Documentales IMPRESCINDIBLES sobre el 11S (todos ellos disponibles en internet con subtítulos en español):

Loose Change (va por su tercera entrega: 'Loose Change Final Cut')
9/11 Press for truth (fundamental por su objetividad y recopilación de la actuación del gobierno Estadounidense tras los atentados)
9/11 In Plane Site
9/11 Mysteries
O de cómo las novelas de George Orwell han dejado de ser ciencia-ficción y películas basadas en supuestos hechos 'reales' pasan a ser ficción pura y dura (véase United 93)
Probablemente unos pocos ya conocían uno o alguno de estos documentos y han respirado sobre ellos en las pantallas de sus ordenadores. Otros, la mayoría, se preguntarán cómo es posible que no haya oído hablar de nada de esto en los últimos siete años

Menciono los cuatro por considerarlos parte de un mismo Documental que jamás nos ha sido mostrado en medios masivos y por considerarlos los más sólidos en cuanto a su 'Documentación', y porque si a ustedes les sucede lo que a mí hace un par de semanas, necesitarán pasar de uno a otro con la esperanza de que nada de lo que en ellos se sugiere sea verdad.

Yo ya tengo mi juicio personal. Apelo a los críticos seguidores de la cinefilia ha realizar el mismo camino crítico, pues cuanta más lógica apliquen menos encontraran en lo que han (o no han) visto en los medios oficiales.

Parafraseando a Network (S.Lumet): ¡¡Estoy más que harto y no pienso seguir soportándolo!!

PD: ¿huelga decir: PÁSALO?

-por Dalton Kfk

14.11.08

Contra el consumismo navideño


(No hay subtítulos, pero Lauren Bacall está intentando convencer a Humprey Bogart para que se apunte a la campaña solidaria Estas navidades regala sexo oral)

8.11.08

El milagro de P. Tinto

Si no es ésta la mejor película de toda la historia del cine español, ¿cúal?

2.11.08

Forrest Gump

A pesar de la creencia popular, el tan cacareado Sueño Americano no tiene nada que ver con la modorra que provocan la mayoría de productos de entretenimiento estadounidenses.
El Sueño Americano es un dogma de fe que dice que en América todo el mundo puede lograr todo lo que se proponga si se empeña en ello. Antes solían explicarlo con el hipérbaton de que "cualquier persona puede llegar a ser Presidente de los Estados Unidos" pero después de la legislatura Bush esta frase quedó un poco obsoleta, ya no impresiona tanto como antaño y ha caído en desuso.
El caso es que el mito del Sueño Americano resulta treméndamente útil a los ricos y a los poderosos, porque da a entender que ellos tienen lo que se merecen porque algo habrán hecho, y que los pobres y los zarapastrosos lo que pasa es que son unos gandules.
La creencia en el sueño este anula cualquier intento de reivindicación social y torpedea los cimientos del estado del bienestar.
Vamos, que lo que a simple vista parece parida inofensiva resulta ser en realidad una parida peligrosa, de esas comadrejiles que pudren la sociedad disimuladamente. Maquiavelo y Goebbles estarían orgullosos de los ideólogos del American Dream; y algunos neocons lo consideran más útil incluso que la gran falacia de La Mano Invisible o el libro de ¿Quién se ha comido mi queso?, porque ha calado mucho incluso entre el lumpenproletariado. A pesar de ser un mito más tonto y pueril que otros, o quizá precisamente por eso, ha calado.

Winston Groom escribió en 1986 una novela muy graciosa ridiculizando la ya de por sí ridícula idea de que el Sueño Americano pudiese existir en el mundo real y cualquiera pudiese llegar a triunfar en aquello que se propusiese. El protagonista se llamaba Forrest Gump y era tonto y sin embargo lograba triunfar en el ejército, en el deporte, en la política, en la lucha libre...
Pero el 1994 Zemeckis llevó la historia al cine de una forma tan ñoña y descafeinada que casi produce vergüenza ajena. Hay varias hipotesis: a) que no pilló el chiste, b) que lo pilló pero se lo pasó por el forro de los cojones para reventar la taquilla o c) que lo pilló pero decidió rodarlo de forma todavía más sutil y los que no lo pillan ahora son los espectadores.

Porque se entiende que en la película Gump viva menos aventuras que en la novela, pero no se entiende que una sátira salvaje sobre el Sueño Americano se convierta en una patética reivindicación de éste. Que en la pantalla no queda casi nada de la mala leche del original, y ahora parece que sí, que las recompensas ultraterrenales se dan también en este mundo y lo importante para triunfar en Estados Unidos es ser buena persona. Que si eres tonto pero buena persona vas a triunfar hasta el punto de cepillarte a la tía buena del instituto. Con este mensaje no es de estrañar que las salas se llenasen como abarrotadas cajas de bombones. Y los personajes secundarios sufren enfermedades degenerativas y mueren, y los oscars acuden a la llamada raudos y veloces (el Truco de la Muerte, el Teorema de la Lágrima). Y también hay escenas divertidas en las que sofisticadísimos efectos especiales permiten a Tom Hanks confraternizar con celebridades de antaño en blanco y negro, pero son gags copiados de Zelig.

Y, como colofón final, los productores de la Paramount Pictures se forraron como nunca se habían forrado antes, pero un fabuloso equipo de abogados y mangantes logró minimizar la parte correspondiente a Winston Groom aduciendo que la película había sido un "fracaso comercial".
Y se iba a rodar una secuela intitulada Gump & Co., pero Groom dijo que tonto es el que hace tonterías dos veces, y que la secuela se la metiesen por la caja de bombones de al final de la espalda.

Nota: suspendido por mala actitud.