(vista por Redechium)
A todos nos suena Mossad, fedayines, Gaza… son parte de una historia, la del conflicto palestino-israelí, la de una lucha convertida en atentados, venganzas, represalias, acciones y reacciones por ambas partes.
Spielberg nos muestra un episodio más de esta lucha, la respuesta de Israel ante los asesinatos de once de los miembros de su representación olímpica en Munich por parte de un comando terrorista palestino (Septiembre Negro). Ésta consiste en la creación de un grupo especial, dirigidos por un jefe, Avner (Eric Bana), hijo de un héroe de la Guerra de los Seis Días, cuya “heroica” misión es eliminar a los considerados terroristas responsables de Munich. (lo del GAL evidentemente estaba inventado hace tiempo).
Tras una excelente introducción de estilo documental, nos sumerge en las cloacas del llamado terrorismo de Estado, venganza disfrazada de patriotismo cuyo proceder consiste en comprar información, localizar y eliminar a varios individuos a lo largo de varios países.
Al margen del gran acierto de crear una creciente tensión, acentuada posteriormente porque ellos mismos se convierten en objetivos, por la desconfianza en la fuente de la información, interacción con otros grupos terroristas, intervención de servicios secretos, etc, particularmente creo que lo mejor de la película es el retrato de la dinámica del grupo, cómo les va afectando esta peculiar cacería (excelentes actores secundarios) y la otra lucha paralela, la interna, el desmoronamiento emocional de Avner.
Spielberg logra reflejar el sinsentido y la locura tanto del individuo que se convierte en un gran hijo de p. que mata sembrando el terror como la consecuencias nefastas de la política del Estado de un pueblo históricamente oprimido, convertido en opresor y terrorista.
Algo que se echa en falta, es que podía haber dado más caña al amigo gendarme americano pues se decanta más es el desarrollo de la accíón, del suspense en el avance de los acontecimientos que en el contexto político-histórico.
Nota: Bien
21.2.06
Munich
- por Redechium
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5 comentarios:
y ahora q?
ISRAEL ->Terrorismo de estado
PALESTINA->Terroristas en el estado
Diferència? Cap ni una! (ninguna)
Sabeis como se termina un conflicto q dura más de 2000 años?? BOMBARDEA toda Jerusalén hasta que quede solo un inmeenso solar, ni muros ni mezquitas ni hostias! Todo un peazo de terreno pa plantar tomates y patatas. Ya se ha terminado el conflicto :D
¿pero el yups! este no era el cristiano?
¿y qué pasa con lo de la otra mejilla?
Yo no he dicho nada de matar a peña, solo crear un solar pa las patatas. El fundamentalismo se basa en algo sagrado (en este caso se trata de una ciudad), si lo haces solar... pues se termina el conflicto.
Y piensa que en Jerusalem también hay una gran cantidad de iglesias cristanas muy importantes. Pero la vida es la vida y siempre estará por encima de cualquier bien material.
Además que a mi me viene de perlas porque soy estudiante de arquitectura :D
Discrepo ya que MUNICH me parece la pelicula mas arriesgada que ha filmado Steven Spielberg, desde EL IMPERIO DEL SOL. Nuevamente Steven no se rinde al maniqueismo repugnante de LA LISTA DE SCHINDLER o las innecesarias lagunas morales plagadas de ambiguedad de SALVAR AL SOLDADO RYAN.
Usa de nuevo una cámara viva (aunque no mareante) para penetrar en el interior de la acción, y planifica las secuencias de suspense como el mejor (es decir, Hitchcock).
Cuenta con un plantel de actores excelentes (Bana, Craig, Lonsdale haciendo de francés es ya mítico...) , y por sino le bastara crear un thriller absorbente que recupera el aire setentero (no solo por la ambientación) de los films de Costa-Gavras, no deja cabo suelto en el terreno moral. Su film solo muestra que mas victimas , no salvaran las otras víctimas. Y asi las cosas Spielberg finaliza la pelicula con un plano memorable. Y la acompasa la musica de John Williams.
¡Un saludo!
¿Por qué La lista de Schindler es maniquea? ¿Tenía que haber mostrado el lado humano de los nazis?
En cualquier caso, Munich me parece un peliculón, algunas escenas de suspense son de quedarse boquiabierto, y consigue plenamente el objetivo de mostrar la profunda miseria y mezquindad moral de cualquier tipo de terrorismo.
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