Ver esta película es pasar una tarde mágica.
Porque Woody Allen es capaz de hacernos creer en la magia de los cuentos, la magia de los espíritus, la magia de la homeopatía e incluso la magia de los viajes al interior de uno mismo.
En menos de dos horas asistimos al proceso de intoxicación y degradación moral de Alice: una pija católica que se pasa toda la peli probando diferentes drogas hasta convertirse en una hippie católica.
Por el camino, huelga decirlo, descubrirá el encanto del adulterio cepillándose a saxofonistas de jazz y charlando con sus ex-novios muertos, y dejará de lado a todas sus amistades porque oirá voces dentro de su cabeza que le dirán que lo haga.
Eso sí, todo en plan comedia o drama simpático, que tiene más mérito.
Y Mia Farrow puede provocar un poco de repelús al espectador sensible, pero tras oirla susurrar: "mmmh... I like sax..." hasta parece tener cierto sax-appeal!
Nota: excelente.
(y ya que hablamos de magia, dejen que les recomiende la exposición que hay en el Caixaforum sobre Siegfried Bing y el Arte Nouveau, que es muy bonita)
9.12.05
Alice
por Listo Entertainment en 6:59 p. m.
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1 comentario:
Me uno a la reivinidcacion de la version alleniana de Carroll, o de Giulietta de los Espiritus.
O de todo un poco. Magica a mas no poder.
Un saludo!
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