(o Las Locas Aventuras del Maki y Sus Amigos)
¿Alguien recuerda la famosa leyenda urbana del gerbo? ¿De aquellos valientes exploradores del rincón más oscuro de su existencia? ¿Recordáis al dueño del gerbo quien, creyendo que había perdido al simpático animalillo para siempre, intentó averiguar la suerte del roedor escudriñando el oscuro trasero de su compañero de andanzas?
Pues bien, durante el par de horas que duró El Maquinista comprendí la sensación de aquel héroe. La de adentrarse en lo desconocido, la experiencia más oscura de mi vida, pues la peli es tan jodidamente oscura que me entraron ganas de prenderle fuego al asiento de delante para darle un poco de luz a la sala!
También experimenté aquella extraña sensación de intriga al no saber si de aquella pantalla iba a salir algo con pies y cabeza (y con rabito en el caso anterior) o un truñaco apestoso e infumable (e inflamable en el caso anterior). Felizmente acabó siendo lo primero. Una peli entretenida, rara a matar, oscura (por si no lo había dicho) y donde la principal atracción la encontramos en el hecho de que han cogido a uno de los odiosos guapetones y cachitas del hollywood actual (Christian Bale) y lo han sometido durante medio año a una rigurosa y sanísima dieta a base de una lata de atún y un yogurt diario hasta convertirlo en una especie de monstruito como… no sé... no sé como definirlo… os acordáis del feo del “Ete y el Oto”? Además, a lo largo de la peli el pobre recibe más hostias que el Carod-Rovira cuando se acercan elecciones. Total, pa verlo.
Y en principio eso es todo ya que respecto al argumento no os voy a contar nada para no aplastaros cositas interesantes. Sólo os diré que no, no sale ningún tren (¡gran decepción por mi parte!). Solo sale gente que está muy pero que muy mal de la cabeza. Sniiiif!
21.1.05
El Maquinista
por Anónimo en 7:55 a. m.
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