20.2.05

El Cor de la Ciutat

Salí del curro, atravesé un atasco infernal y llegué por fin a casa de mi abuelita, que me reanimó con un buen plato de macarrones y una tortilla de alcachofas y me dejó pegarme una pequeña siesta en el sofá.
Cuando abrí los ojos vi en la pantalla de la tele a una tierna pandilla de amigos y vecinos practicando bailes de salón. Yo todavía estaba en un confuso estado de duermevela, pero creo que presencié lo siguiente:

La Pareja de Baile A (medalla de bronze) se esfuma porqué él baila muy mal y ella se enfadaba cuando le pisan los pies (lo normal, vamos).

La Pareja de Baile B (medalla de plata) se lleva mejor. Él incluso le pone la mano en la teta a ella (así, de repente).
Ella dice "¿qué haces?".
Él aparta la mano y dice "disculpa, es que voy un poco borracho"
Y ella dice "no, no, si me gusta..." y se largan a echar un kiki.

Y queda sólo la Pareja de Baile C (medalla de oro), que está formada por a) una integrista cristiana que a la que te despistas te recita unos versículos de la Bíblia y b) una moderniki liberada con una camiseta del Desigual.
Bailan unos minutos más y se sientan... y la moderniki dice algo tal que así:
"No tienes que preocuparte de lo que es pecado y lo que no, porqué algún día te darás cuenta que que estarás viviendo la vida sin haber vivido realmente y ya será demasiado tarde" (creo que lo que dijo era algo todavía más tonto, pero es que no me acuerdo de las palabras exactas y me lo he currado yo)
El caso es que la puritana responde:
"¿Y tú qué? ¿cómo vives tú?"
Y la moderniki dice "Pues yo hago lo que quiero y cuando quiero y además llevo un piercing" (esto sí que es textual).
"¿Y dónde llevas el piercing?"
"En el coño"
"¡¡¡Aaaahhh!!! ¿No duele?"
"No, qué va... es muy excitante... ¿quieres tocarlo?"

Dicho lo cual, la puritana le toca el chichi a la moderniki, se miran a los ojos, acercan lentamente los labios y proceden a pegarse el lote como diós manda.

Según mi abuela, la puritana tiene un novio que también es puritano y que por cierto también se cepilla a la del piercing de vez en cuando. Y cada domingo van los dos a misa.

Puede sonar a teleserie de porno cutre de las madrugadas de City-TV, pero os juro que se trata del culebrón de sobremesa de una cadena autonómica.
Si no se lo creen, pregunten a sus abuelitas.

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