(vista por Spaulding)
El Schumacher hacía años que llevaba en mente adaptar el musical de Andrew Lloyd Webber para la pantalla grande. Y, ni corto ni perezoso, se puso en contacto con el del peluquín (o sea, el Webber) y, entre los dos, decidieron hacer una versión cinematográfica del mismo, como si se tratara de una revista de las del Colsada. O sea, todo en plan muy cutrón, kistch, desfasado. Con mucha pluma, vaya. Y, para más colmo, aquí en España, van y nos la estrenan con las canciones dobladas en castellano. Todo muy castizo, como en tiempos pasados. Que queda muy antiguo todo. Y no me extraña, pues entre los dos, entre Schumacher y Webber, juntitos, suman más años que Matusalén.
Si queréis disfrutar viendo las adaptaciones buenas de la novela de Gaston Leroux, recurrid a los clásicos, a la de Lon Chaney, la muda, o bien, a la de la casa Hammer, con un Herbert Lom que estaba como para chuparse los dedos. Eso es cine y no teatro filmado y carrinclón.
Nota: Pues ya os la podeis imaginar, ¿no?
19.12.04
El Fantasma de la Ópera
por Spaulding en 5:49 p. m.
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