19.5.06

La patrulla de las montañas

(por Alacrán)

Hace unos días vi de rebote esta película de la que no sabía ni de su existencia. Me arriesgué a verla diciéndome a mi mismo que si la cosa se ponía fea la dejaba al cuarto de hora, porque era una peli china, y si han leído mi opinión de Rashomon o Hierro 3 sabrán que tengo un problema con ese cine.

Pero amigos, consiguió derribarme parcialmente algunos prejuicios, o al menos ser la excepción que confirma la regla. Fue toda una sorpresa, que me hizo recordar aquello que generalmente me parece tan falso de que las mejores películas malviven escondidas en filmografías recónditas y hay que esforzarse por encontrarlas. Soy más de pensar que si algo es verdaderamente bueno, tarde o temprano, a una escala u otra, acaba triunfando -por supuesto que con excepciones-.

Yendo al grano, la película cuenta la historia real de una patrulla de ganaderos de una región tibetana que durante los años 90 luchó contra los cazadores furtivos de antílopes. El punto fuerte es el increíble realismo de la narración, que más de una vez se confunde con el documental. Hubo escenas en las que sólo el blanco profident de los protagonistas me avisaba de que lo que veía era ficción, y de que ellos eran actores profesionales.

Es fascinante introducirse por dos horas en los usos y costumbres de estas personas, a las que la observación casi antropológica del director (primerizo) Lu Chuan dota de una dignidad y una nobleza que provoca un irremediable escozor en la conciencia. Y no porque denuncie la caza indiscriminada de los antílopes, que también, sino porque la dureza de los hechos, personas y entornos descritos conmueve y hace recapacitar sobre lo fácil que lo tenemos aquí, por mucho que nos quejemos.

Les aviso de que yo no concedo puntos extra a las películas por su procedencia o por el pedigrí de sus autores, y además me jode que algo de calidad se quede relegado al olvido. Vamos, que no soy un gafapastoso de los que disfruta cuanto más underground, más exótica, más rara y más incomprensible es la obra de arte de turno. Valoro las películas en función de lo que me entretienen y me hacen pensar, reir o llorar, nada más.
Me gusta que la calidad llegué a la máxima cantidad de gente posible sin exclusividades ni esnobismos, y por eso les recomiendo a todos ustedes que se acerquen al videoclub o utilicen cualquier otro medio a su elección para conseguir esta joya. ¡Disfrútenla!

Nota: Sobresaliente

-por Alacrán