Conseguir un Oscar es fácil si sabes cómo

(por Alacrán)

Me he acordado de que Garci ganó el Oscar por Volver a empezar, que si no me falla la memoria -la vi hace mucho- es un ladrillo de mucho cuidado. Y también me he acordado de cómo lo ganó, anécdota que no recuerdo quién nos contó en la Facultad, pero sí que nos dijo que no lo fuéramos divulgando por ahí. Últimamente me siento bastante mala persona, así que me he decidido a contárselo a todos ustedes, estimados lectores de este gran blog.

El hombre, que era productor o algo así, nos contó que ahora no sabe como se hará la votación, pero hace 25 años los académicos de Hollywood tenían que demostrar mediante nosequé sistema que habían visto todas las películas de habla no inglesa para poder votarlas.
Pues flipen, porque de los 6.000 académicos -más o menos- sólo 28 habían visto las cinco. Aparte de constatar el mucho aprecio que sienten los estadounidenses por el arte foráneo, da que pensar que el momento álgido de la carrera de Garci se deba a los votos de algunos de esos 28 caballeros -sin recochineo, que Garci me cae bien-.

Y digo yo, ¿bien no vale un Oscar 28 Jabugos? O incluso algo más chabacano, que seguro que esos señores no sabrían apreciar esos manjares.

Y si la peli extranjera la ven 28 tíos, ¿cuántos verán los cortos? ¿10? ¿15? Señor Vigalondo, con lo vivo que es usted para moverse y promocionarse por el mundo, ¿no cree que hubiera valido la pena untar a esos cuatro o diez gatos? Coño, que no le nominan a uno al Oscar todos los días...

-por Alacrán