28.9.05

Lulu on the bridge

(vista por Lulu on the bridge)

Descubrí a Paul Auster en 1994 gracias a un francés que conocí durante un viaje en autobús por Europa central. El viaje duraba un mes y yo, un desastre haciendo maletas, no me llevé ningún libro. Así que tuve que dedicarme a leer los libros de los demás, y acabé devorando toda la colección Paul Auster de mi compañero de asiento. Es decir, lo que tenía publicado hasta entonces, que en mi opinión es lo mejor que ha escrito: Trilogía de Nueva York, Moon Palace y Leviatán, por mencionar los tres más conocidos.

Poco después Auster se pasó al cine: escribió el guión y medio dirigió un par de películas con Wayne Wang, Smoke y Blue in the face, las cuales reforzaron mi mitomanía por Nueva York, hasta llegar a la que le robé el título para usar como pseudónimo: Lulu on the bridge. Se trata de una película extraña, como un sueño, que no se encuentra ni mucho menos entre mis favoritas pero que tiene unos cuantos detalles que me encantan. Y como me gusta el nombre de Lulu, pues por eso lo escogí.

Ahora me sigue gustando Paul Auster (sobretodo porque repite siempre los mismos temas y caracteres), pero ya no siento esa adoración incondicional de antes. No sólo porque Nueva York ha perdido su calidad de ciudad-mito para mí, sino que, cómo suele pasar con muchos autores más o menos minoritarios cuya popularidad explota y se convierten en auténticos iconos del gafapastismo, he perdido la intimidad con su obra. Y es que cuando leo un libro me gusta que me hable directamente al oído, como si el autor me lo estuviera contando sólo a mi, y la verdad, a veces no me apetece compartir los sentimientos de soledad y desarraigo con otros cientos de miles de lectores.

- por Lulu on the bridge

6 comentarios:

Listo Entertainment dijo...

O sea que su nick no tiene nada que ver con Las Edades de Lulú...

Menudo chasco.

lulu on the bridge dijo...

Ostras Listo, esto se avisa, que luego a una la visitan por sorpresa y la pillan en pelotas!

La-Ruina dijo...

Lulu On The Bridge no me gustó demasiado.

Hiscariotte dijo...

A Auster llegué por El libro de las ilusiones, y ya tengo La trilogía de Nueva York en la lista de espera de libros comprados por leer. Lulu on the bridge no me pareció tampoco gran cosa, aunque siempre es bueno verla a Mira Sorvino (las partes en las que salía la piedra me parece eran las más interesantes).

Anónimo dijo...

Me parece algo absurdo la última parte de tu mensaje: "Y es que cuando leo un libro me gusta que me hable directamente al oído, como si el autor me lo estuviera contando sólo a mi, y la verdad, a veces no me apetece compartir los sentimientos de soledad y desarraigo con otros cientos de miles de lectores". La calidad de la literatura baja cuanto más leído es? A mí me parece que no. Es actitud de "Puaj, lo conoce mucha gente, ya no me gusta, ya no soy exclusivo si lo leo" es un comentario 100% gafapasta :)

Dersuzala dijo...

Yo he sentido el aliento de Mr. Bones en mi muslo derecho mientras leía. Tal vez modificado un poco la percepción del mundo por las ideas de Auster. Conmovido por la absurda empatía por un saxofonista acabado. Es curioso como lo que tú defines como un susurro íntimo y egocéntrico del autor hacia tu escogido oido a mi me parece un grito de un alma hacia un mundo perdido que uno escoge escuchar. Lástima que como el susurrar de las hojas de los olmos en las grandes ciudades o el lejano ladrido en el valle ventoso sus palabras se diluyan en blogs pretenciosos y decididamente enmarcados en el gafapastismo mas necio, el que niega el espejo.